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Tres modos de innovar

Publicado: 2012-08-28

En un lejano reino había tres hermanos que querían ser empresarios, digamos.

El mayor era un innovador nato. Amaba el cambio, detestaba lo rutinario; renovaba continuamente sus productos y la imagen de su marca. Innovaba porque le gustaba innovar, porque se sentía feliz innovando; ofrecer cosas nuevas era lo que mejor sabía hacer. Siempre estaba adelantado a las necesidades de la gente. Tanto así, que los clientes de ese reino no entendían lo que hacía y decidieron seguir viviendo con lo que tenían.

El segundo hermano decidió llevar la innovación a un siguiente nivel: desarrollaría el producto con todas las facilidades y características que solicitasen los clientes. Encargó a la mejor consultora disponible hacer el estudio de mercado. Contrató a los mejores para desarrollar un producto de alta tecnología adaptado a las necesidades de su público objetivo. El desarrollo tomó algunos años y poco a poco se fue quedando sin recursos. Cuando el producto estuvo listo adquirió una deuda para comercializarlo, pero el gasto lo fue asfixiando hasta quedarse completamente sin fondos. Los clientes de ese reino no llegaron a enterarse de este nuevo invento y decidieron seguir viviendo con lo que tenían.

El menor de los hermanos, cuando tuvo edad suficiente, tomó la idea de su segundo hermano y la adaptó; creó una versión más económica y, aunque no tenía todas las prestaciones de la anterior, pudo conseguir dinero para comercializarla, enfocándose en las actividades de distribución, publicidad y promoción. En resumen: copió y mejoró. Los clientes de ese reino, poco a poco, fueron adquiriendo el nuevo producto y asimilándolo en sus vidas.

¡Ah, innovación, cuántos negocios quiebran en tu nombre!

Crear un invento nuevo no es innovar, pero sí introducirlo en un mercado (tal como afirman el Manual de Oslo y el Manual de Frascati). Y para que un producto nuevo ingrese a un mercado, el primer requisito es conocer a las personas que los conforman, sus necesidades, valores y características. Y el segundo aspecto es tener la capacidad de comunicar, informar, convencer. Más que un tema de tecnología, la innovación es un tema de personas.


Escrito por

Javier Zapata Innocenzi

Autor de Seres Mágicos del Perú y Camino Emprendedor. Compilador de Relatos Mágicos del Perú. Editor en Malabares. Docente PUCP.


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