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Sin miedo al cambio

Publicado: 2012-09-11

Apenas salió de la universidad, la hermana de Miguel portero, entró a trabajar a una pequeña oficina donde el ambiente era muy familiar y agradable, casi como trabajar en Disneylandia. Sus compañeros disfrutaban el trabajo, estaban altamente motivados y convivían en un entorno amical. Se sentía tan a gusto que ella llegó a exclamar: yo moriré en este trabajo. En realidad no porque le gustara tanto, sino que tenía miedo de todo: de las arañas, de manejar, de viajar sola, de conocer gente nueva, de las entrevistas de trabajo, de los nuevos retos.

Con el tiempo, el ambiente tan bonito de esa pequeña oficina se fue perdiendo; apareció un nuevo jefe, un pequeño tirano que disfrutaba maltratando a otros para calmar sus propias inseguridades y falta de autoestima, lo que generó mucho malestar en ella y en todo el equipo.

Así que, con pena y algo de rabia, aceptó ir a otra área de esa organización. Todo bien al principio, pero pronto notó que en esa nueva oficina había un clima laboral en extremo tenso; el jefe controlaba a todos con el miedo, la gente no trabajaba a gusto, sino por temor a las frecuentes amonestaciones. No eran personas felices. Eso sí; ahora le pagaban más.

No resistió más de seis meses. Preguntando a unos amigos, la llamaron para trabajar a una oficina del gobierno, con sus pros y sus contras, con sus momentos muy agradables y otros de mucha tensión, como en todo lugar. Allí podía tener una visión más amplia del sector. Eso sí: ahora le pagaban más. Pero, decepcionada de trabajar en un área donde la exigencia era muy baja, no resistió más de un año allí.

Actualmente, labora en una oficina algo similar a la primera, pero como jefa, con lo que tiene una visión mucho más completa de la organización, con un trabajo que disfruta y un ambiente laboral que le encanta, donde se valora a las personas sin dejar de lado la exigencia. Y ahora le pagan mucho más.

A mí me dio mucho gusto ser testigo de la evolución de la hermana de Miguel; aquella tímida y poco aventada señorita que en menos de dos años pasó por cuatro trabajos, experimentó un crecimiento personal acelerado, aprendió a disfrutar lo que hace y, sobre todo, perdió el miedo al cambio.


Escrito por

Javier Zapata Innocenzi

Autor de Seres Mágicos del Perú y Camino Emprendedor. Compilador de Relatos Mágicos del Perú. Editor en Malabares. Docente PUCP.


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