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Lanzarse a la piscina

Publicado: 2012-10-24

Al inicio, la empresa no caminará tan bien como esperamos; sobre todo si es nuestro primer negocio. Pronto aparecerán demoras, gastos adicionales y otros imprevistos.

Tal vez, la primera gran dificultad sea lograr que los clientes se enteren de que ya se encuentra disponible ese nuevo producto o servicio que podrá satisfacerlos. Todos ellos reciben diariamente un incesante bombardeo de datos, por lo que esta tarea no es sencilla. Una vez que estén informados, tendremos la ardua tarea de vencer la desconfianza de quienes tienen noticia de nuestro producto por primera vez. Tras las ventas, viviremos la penosa aventura que a veces resulta cobrar a nuestros clientes.

Por todo lo anterior, el primer año de operación suele ser muy crítico, pero algunas de las molestias iniciales pueden evitarse siguiendo estos consejos:

Reúne información. El desconocimiento de los proveedores, de los procedimientos, de los canales de distribución y venta, puede hacernos gastar mucho dinero en vano. Mientras mayor y más rica sea la información que consigas y experimentes antes de arriesgar tu propio dinero, mejores serán los resultados que obtengas en este periodo.

Reduce los gastos iniciales. No fabriques más de lo que pueda vender. Toda la materia prima y producto terminado que mantengas en stock, significa dinero inutilizado. No es necesario comprar el mejor escritorio ni la última computadora para el gerente. Mejor esperar y estar atentos a que  el mismo negocio te pida comprarlo; sí conviene comprar aquello que ayuda a crecer el negocio o a pagar menos impuestos.

No abandones otras fuentes de ingreso. Si tienes un trabajo remunerado o percibes ingresos por otras actividades, no deberías abandonarlas hasta que la nueva empresa opere plenamente y los ingresos lo justifiquen.  Pero entonces, ¿cómo haremos? Duerme una hora menos cada día o apaga el televisor. Busca un trabajo más cerca de tu casa (o múdate a vivir más cerca de tu trabajo).

Asegura algunas ventas antes de formalizar el negocio. Muchas personas creen que es necesario constituir la empresa para empezar con los contactos comerciales: no es así. Es cierto que muchos clientes suelen solicitar no solo que la empresa este formalizada, sino que tenga alguna experiencia previa certificada, pero en muchos casos será mejor hacer tus pininos empresariales en un entorno de amigos o conocidos, lo que además te servirá de práctica y te dará más confianza. Tras estas pruebas, podrás iniciar los trámites de formalización.

Genera y utiliza redes de apoyo: Ganarse la confianza de tus proveedores y clientes te traerá diversos beneficios, como conseguir mejores precios o créditos para tus compras, o alcanzar nuevos clientes.

Consigue un socio con experiencia. Tal vez esto es lo mejor que puedes hacer. Nada puede reemplazar la experiencia. Esto te evitará pérdidas de tiempo y dinero. O puedes conversar y  pedir asesoría a quienes tengan años en el rubro de tu empresa.


Escrito por

Javier Zapata Innocenzi

Autor de Seres Mágicos del Perú y Camino Emprendedor. Compilador de Relatos Mágicos del Perú. Editor en Malabares. Docente PUCP.


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