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El flujo de caja

Publicado: 2012-11-14

Al igual que el muchas MYPEs, mi proyecto empresarial es rentable, pero su principal problema es la liquidez, el efectivo, el cash, la money, contar con el dinero a tiempo. El ciclo del negocio me resulta demasiado prolongado; primero invierto en desarrollar mi producto, después de un tiempo lo tengo listo y lo entrego al distribuidor, al mes siguiente se vende una parte, al siguiente me envían la liquidación y entrego la factura por la cantidad vendida, al siguiente la factura está para la firma del gerente, al siguiente vuelva el viernes que ahora no hay y al siguiente recibo el dinero de las ventas.

La bella inversión permanece largo tiempo dormida, sin un beso que la despierte.

Esto tiene relación con una herramienta muy importante para el empresario emprendedor, que es el flujo de caja. Un primer indicio de esto me lo dio Guido Sánchez: “entre todos los estados financieros que existen, el más importante para una empresa en formación es el flujo de caja”. Están el Balance General y el Estado de Ganancias y Pérdidas, entre otros, pero el indicador de liquidez del negocio lo da directamente el Flujo de Caja.

Luego, llegaron los libros de Kiyosaky: si tenemos un flujo de caja positivo (entiéndase, más ingresos que egresos), entonces nuestra empresa va bien.  Tiene sentido: si logramos generar un flujo de caja positivo todos los meses, por muy mal que nos encontremos, tarde o temprano estaremos bien. Más adelante tendremos la oportunidad de profesionalizar la empresa. Pero si tenemos un flujo de caja negativo, tarde o temprano terminaremos mal.

Por eso, desde el principio es importante generar un flujo de caja positivo. Si logramos esto, podremos invertir más, endeudarnos con inteligencia y hacer crecer la máquina. Por ejemplo, puedes comprar una computadora o un auto si estos equipos van a permitir aumentar los ingresos de tu negocio, pero no sería recomendable comprarlos solo porque te agradan. Para ello, debemos aprender a manejar el dinero como una herramienta más, y no permitir que nos maneje a nosotros.

En muchos casos el patrón es así: pasados los primeros años del negocio y superada la fase de supervivencia (atravesado el valle de la muerte), recién vendrá la etapa de crecimiento. Entonces será el momento de hacer crecer la máquina, es decir, de aumentar la inversión para que la estructura empresarial que hemos creado sea capaz de generar aun mayores resultados.


Escrito por

Javier Zapata Innocenzi

Autor de Seres Mágicos del Perú y Camino Emprendedor. Compilador de Relatos Mágicos del Perú. Editor en Malabares. Docente PUCP.


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