Uno de los cursos que más detesté en el colegio fue el de Historia. Aprendí que la Cultura Nazca era sinónimo de cerámica polícroma con asa puente pero, ¿para qué? ¿De qué nos sirvió? El árido texto y el insano paporreteo lograron desmotivarme durante muchos años. Años después, libre de la obligación, descubrí que en realidad sí me interesa saber cómo vivían los antiguos peruanos, qué les preocupaba a los señores mochicas o de qué hablaban dos mujeres nasquenses en la puerta de su casa. Ahora leo historia y lo disfruto.

Espero que los escolares de hoy reciban mejor motivación que la que yo recibí para el estudio de esta materia tan importante. Felizmente, sé que existe una nueva generación de historiadores y arqueólogos que ven la Historia como el estudio de personas y sus experiencias, ya no de vasijas de cerámica.

Pasando al tema, el año 2003 compuse “La Señora de Sipán”. Es una canción. Sí, de verdad, con letra y música. Cuando la cantaba delante de mis tías fue todo un éxito; se abarrotaba el comedor y parte de la sala. Hasta comenzaron a hacerle un coro: “Pan-Pan-Pan”. Me insistieron en que la grabe. Y bueno, así se hizo, con la voz del gran actor y director Ismael Contreras y de mi hermana Marinés. Los arreglos musicales los puso Gustavo Chávez. Pero no queda allí la cosa: con los dibujos y la animación del genial Flavio Fernandini se completó un videoclip que espero dará que hablar.

¿Qué es la Señora de Sipan? Es un juego, es echar a volar la imaginación, es un "vamos a divertirnos". Me disculpo desde ya con los puristas por las imprecisiones que aparezcan: no es un documento histórico. Simplemente, espero que la disfruten. Y la compartan (ver video).