#ElPerúQueQueremos

Publicado en puntoedu

Educación, emprendedores y comida peruana

Publicado: 2014-05-26

Cuando hablamos del sistema educativo peruano, lo primero que viene a la mente suele ser la prueba PISA, en la que el Perú ocupa el último lugar, o el hecho de que gran cantidad de peruanos no comprendan lo que leen. Pero hay otros resultados, aun más serios, que observamos a diario en nuestra sociedad: la intolerancia, el racismo, la profunda desigualdad de oportunidades, el desprecio a las reglas y a las instituciones y, en general, las actitudes poco amigables con el ecosistema.  

Normalmente se piensa que la solución a esto requiere el compromiso del Estado y la inversión de fuertes sumas en infraestructura, salarios de los maestros y materiales didácticos, pero existe otro camino, uno que ya ha funcionado en dos sectores que actualmente impulsan el orgullo por lo peruano: los emprendedores y la comida peruana.

Las inspiradoras historias de los emprendedores representan el paradigma del peruano luchador y progresista, pero hace diez años la percepción reinante era muy distinta: para conseguir un buen producto, tenía que ser uno importado.

A partir del año 2000, cobraron fuerza los centros de promoción del emprendimiento, pero su impacto en la generación de nuevas empresas a nivel nacional fue moderado. Tal vez su principal aporte fue la capacitación y la difusión de la cultura emprendedora. Mientras tanto, muchos emprendedores, por una necesidad de supervivencia, lograron triunfar por sus propios medios.

El verdadero boom del emprendimiento peruano ocurrió cuando comenzaron a conocerse las inspiradoras historias de los Añaños (Kola Real), de Aquilino Flores (Topy Top), de Camino y Cermak (Bembos), y de muchos más, quienes se convirtieron en héroes inspiradores de este movimiento. La cereza que coronó el pastel fue el informe GEM, donde el Perú apareció como el país con la mayor proporción de emprendedores. Con ello, el tema explotó en forma masiva, al punto que hoy no hay quien lo pare.

Respecto a la comida peruana, sucedió algo similar. Durante años, los peruanos disfrutamos su sabor, textura y aromas, pero sin ser conscientes de su inmenso valor. Eran los tiempos de la señora Teresa Ocampo y el famoso recetario “¿Qué cocinaré hoy?” de Nicolini, pero entonces la llamábamos comida criolla y punto.

Mientras tanto, crecían y alcanzaban el éxito los emprendedores culinarios, muchos de los cuales comenzaron con una carretilla o un puesto en el mercado. La propia APEGA señala como ejemplos de ello a Doña Grimanesa y Chepita Royal en Lima, John en Chiclayo y Doña Zuly en Tarapoto.

El gran cambio en nuestra percepción de la comida peruana se dio con la difusión de casos de éxito, siendo el principal impulsor el chef Gastón Acurio. El movimiento pronto encontró eco en los diferentes actores de la gastronomía peruana y ha seguido creciendo con la feria gastronómica Mistura y el reconocimiento internacional. Adicionalmente, Gastón Acurio trajo un nuevo modelo de gestión para los peruanos, el de ganar permitiendo que otros ganen. Gastón nos inspira, y esa es la clave de su éxito.

Tras revisar lo ocurrido con el emprendimiento y la comida peruana, una propuesta de mejora para el sistema educativo cae por su propio peso: necesitamos traer inspiración a este sector en donde aparentemente reina la desesperanza.

Necesitamos profesores-héroes, que inspiren a sus alumnos y que motiven a otros profesores a seguir su ejemplo. Necesitamos agentes que nos permitan valorar al maestro peruano, que difundan las historias de esos ejemplares profesores que dan todo de sí, que caminan horas para llegar a la escuela, que desarrollan materiales didácticos y hacen uso de todos los recursos que encuentran a mano para brindar la mejor educación a sus alumnos.

Puede comenzar con un programa en la televisión, en la radio, o simplemente un blog. Poco a poco irá creciendo un movimiento que inspire a los educadores hasta convertirse en tendencia.

¿Será posible lograr un cambio trascendente sin que el estado aumente el sueldo a los profesores, sin mejorar la infraestructura de los colegios, sin libros mejores a los actuales, sin el apoyo de los padres de familia? Es difícil saberlo, pero recordemos que hace algunos años nadie creía que esa oportunidad existía para los emprendedores o para la comida peruana. Creo que vale la pena intentarlo.


Escrito por

Javier Zapata Innocenzi

Autor de Seres Mágicos del Perú y Camino Emprendedor. Compilador de Relatos Mágicos del Perú. Editor en Malabares. Docente PUCP.


Publicado en

camino emprendedor

ser, soñar y hacer; el camino emprendedor