#ElPerúQueQueremos

Imagen tomada de http://us.battle.net/

Verdadera Pasión

Publicado: 2015-04-10

Mi amigo el chino es una gran persona. No le gusta sobresalir, es introvertido, pero es noble e inteligente. Para algunas cosas es perezoso y generalmente aparenta estar cansado, pero creo que en realidad lo que le falta es motivación.  

También tiene sus manías. Cada vez que vamos a comer a algún restaurante, el chino cuenta cuantas mesas hay, cuantas personas por mesa, cual es la probabilidad de rotación de los sitios durante el día, cuanto personal requiere y, así como quien conversa, calcula con razonable aproximación los costos, ingresos y rentabilidad del local.

Hace algunos años, el chino se decidió a poner su propio negocio. Alquiló un local, compró computadoras y puso una cabina, pero no de internet, sino una cabina de juegos. —¿de juegos? — Si, un lugar de juegos en línea, donde los jóvenes y adolescentes iban durante horas a probar juegos de estrategia para computadoras, tipo “Age of Empires”, “Starcraft”, “World of Warcraft”, “Diablo 2”, entre otros.

Sol a sol el chino se ganaba el sustento. Literalmente, porque los clientes pagaban un sol por hora de uso. Con quince computadoras, quince soles por hora, doce horas al día, alto porcentaje de ocupación… no era mucho al principio, pero con el tiempo logró comprar más máquinas y hacer buen dinero.

Pero no lo hacía por dinero. El chino estaba allí todos los días con entusiasmo, abría a la 1 pm y cerraba como a la 1 am. Todos los días. Sus clientes lo estimaban mucho, ocasionalmente el chino también jugaba contra ellos. Era un jugador respetado.

¿Ya dije que iba todos los días? Porque lo que me sorprendió fue ver al chino, antes desganado, dedicarse con tanta decisión y perseverancia a algo, diría que por primera vez en su vida. Nunca antes había sentido tanto orgullo por mi amigo. Iba todos los días a la cabina, de lunes a domingo, domingos y feriados. Solo cerraba una vez al año, el 25 de diciembre.

Y bueno, llegó el 25 de diciembre y el chino recibió en casa la visita de sus primos, que eran como ocho. Tocaba celebrar la navidad, una fiesta familiar, una ocasión para descansar y hacer lo que más te gusta. Así que, después de conversar un rato... se fueron los ocho primos a la cabina para jugar “Starcraft”.

Eso es verdadera pasión. Es lo que necesitamos para emprender.


Escrito por

Javier Zapata Innocenzi

Autor de Seres Mágicos del Perú y Camino Emprendedor. Compilador de Relatos Mágicos del Perú. Editor en Malabares. Docente PUCP.


Publicado en

camino emprendedor

ser, soñar y hacer; el camino emprendedor